martes, 20 de enero de 2009

Cose, o Habla


Tu conversación tenía la fidelidad apacible de las telas
que te he visto coser de tarde a tarde
sentada justamente a la profunda orilla de la brisa.

Las paredes añiles como el tiempo, las plateadas cazuelas, te sirvieron
lo mismo que la luz antigua de la luna
para la sorda caverna que tus dias ahondan. Como, desde cuándo

estás asi en tu sitio, coses, o hablas
con un rumor confuso, inmemorial, que apenas rozan
las sandalias adornadas con minuscula letra,
el cascabel de la púrpura, o el pie inmensamente desnudo. Y yo alababa

las blancas telas en tu falda, la tranquila
dureza de tus manos, mi señora, mientras tú
sonriendo en el silencio repasas los poderosos hilos de la sombra.



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